CUESTIONES
1. ¿Qué te preocupa de esta niña?
Disminución del rendimiento escolar.
Falta de relación con sus compañeros.
Posible ámbito familiar super-protector, o por el contrario, represivo.
Su estado físico de abatimiento, palidez, cansancio…
Problemas de depresión de tipo exógeno.
2. ¿Cómo debe sentirse Vanesa respecto de sus compañeros?
Ante esta situación estimamos que Vanesa puede experimentar los siguientes sentimientos:
a) Concepto bajo de sí misma.
Acorde a tres claves en la formación de un concepto del “yo”, las áreas de influencias descritas a continuación se unen para ayudar a deformar el concepto del “yo” que la joven retiene en su mente. Esta deformación se manifiesta en tres elementos esenciales:
a.1. No sentirse “aceptado”.
Sentirse “aceptado” es la percepción de ser querido, cuidado y disfrutado. Nuestro sentimiento de ser aceptados se establece fundamentalmente en la infancia. Los niños desarrollan el sentido de ser parte de su ambiente cuando los padres cariñosos anticipan sus comodidades y afectuosamente les brindan lo que necesitan. En este caso, el problema de aceptación del “yo” de Vanesa puede venir determinado por un ambiente adverso en el hogar, que no le permite expresarse convenientemente como persona.
a.2. Infravalorarse.
Sentirse de valor es sentir que “Soy bueno” o “Cuento para algo”. Nos sentimos de valor cuando actuamos como debemos, cuando percibimos las actitudes positivas de los demás hacia nosotros y su aprobación sincera de nuestras acciones. Cuando no nos sentimos integrados, como en el caso de Vanesa, sentimos que no valemos.
a.3. No sentirse competente.
Ser competente es el sentido de ser suficiente, de ser valiente o de tener esperanza; de ser lo suficientemente fuerte como para llevar a cabo lo que corresponde en las situaciones que la vida depara diariamente, reconocer tanto las habilidades como las debilidades de uno. Sentirse competente empieza a desarrollarse en los años de la preadolescencia, pero se va convirtiendo en una actitud más fija hacia el final de la adolescencia, éste se ve afectado positivamente por los éxitos y negativamente por los fracasos.
b) Sentimiento de culpabilidad.
Los niños tienden a creer que son responsables de lo que sucede a su alrededor. Esta tendencia a veces se lleva a la adolescencia. Agréguese a esto el agudo, y muchas veces irrazonable, sentimiento de culpabilidad que viene como consecuencia de los errores que cometen; siendo el resultado una portentosa mezcla espiritual y emocional, una realidad muy dolorosa y destructora jugando un papel importante en muchos de nuestros trastornos psíquicos, emocionales y físicos.
Lleva al aislamiento, no sólo de los demás, sino de uno mismo, debido a la discrepancia entre lo que uno realmente es y lo que a uno le gustaría ser. Esto produce soledad y retraimiento. Por lo tanto, el sentimiento de culpabilidad es en parte depresión y en parte ansiedad.
c) Sentimiento de soledad.
Vanesa, como indica el texto, parece solitaria. Nadie se acerca a ella ni la acompaña al volver al aula.
La soledad es la dolorosa percepción de que carecemos de contactos de significancia con los demás. Incluye una sensación de vacío interior que puede estar acompañada de tristeza, desaliento, un sentido de aislamiento, inquietud, ansiedad y un intenso anhelo de ser querido o necesitado por alguien.
d) Depresión.
La depresión es un estado de abatimiento e infelicidad, que puede ser transitorio o permanente. También se utiliza comúnmente como sinónimo de triste, apenado. En el caso que nos ocupa, este estado se manifiesta en los sentimientos desarrollados por la niña de culpabilidad, baja autoestima, frustración, impotencia, resentimiento.
e) Frustración
La frustración es el sentimiento desagradable en virtud del cual las expectativas del sujeto no se ven satisfechas al no poder conseguir lo pretendido. Como fenómeno psicológico, puede identificarse el sentimiento de frustración como un síndrome que ofrece síntomas diversos englobándose en la desintegración emocional del individuo. Existen diferentes niveles de frustración y múltiples causas y consecuencias. Vanesa se siente frustrada por su incapacidad de relacionarse satisfactoriamente con los demás.
3. ¿Ves esta situación de riesgo?
Ante esta pregunta planteamos dos posibles respuestas a esta situación:
Ø Si el profesor que tiene la niña durante el problema no logra ayudarla para que lo supere y consiga reaccionar debidamente frente a un problema del mismo tipo, Vanesa puede desarrollar secuelas traumáticas que dificulten o impidan (en último termino) su integración. Esto también puede afectar a las actividades sociales de trato con la gente a desarrollar en un futuro peligrando su estabilidad emocional al interaccionar con alguien y resultar una relación fallida.
Ø Si el profesor aporta pautas de actuación adecuadas a su situación, Vanesa puede adquirir habilidades necesarias para enfrentarse en un futuro a una situación similar y salir airosa.
4. ¿Cómo ayudarías a la niña a integrarse?
Con el fin de ayudar a Vanesa hemos propuesto varias actividades para encauzar su problemática. Seguiremos las siguientes pautas:
Pasos previos.
o Incitación paciente a que la joven hable (sin forzarla), para que tome conciencia de su situación y de los riesgos que supone, utilizando palabras tranquilizantes y consoladoras.
o Preguntas que demuestren interés sincero: “¿Cuándo te sientes más deprimida?”, “¿Pasas mucho tiempo sola?”
o Estar alerta para captar cualquier evidencia de ira, dolor, concepto bajo de si misma, etc.
Actuación.
o Alentar. La presencia del apoyo y aliento del consejero es de vital importancia al trabajar con la joven deprimida. La completa aceptación de la joven es una de las mejores maneras de comunicar apoyo. El optimismo realista del consejero en el sentido de que “hay luz al final del túnel”, resulta muy alentador para Vanesa que se siente absolutamente desalentada. En nuestro caso, cuando muestre alguna mejora deberemos elogiarla y darle palabras de aliento.
o Dirigir sus actuaciones para ayudarla a empatizar con sus compañeros. Para propiciar esto, organizaremos trabajos en grupo con división de tareas, de tal forma, que la función de todos y cada uno de los miembros sea imprescindible en el grupo.
Es imprescindible considerar la necesidad de implicación por parte del profesorado haciendo un seguimiento de la evolución y/o mejora de la problemática de Vanesa; dando cuenta a un especialista de las dificultades de desarrollo de la joven en el supuesto de no remitir.